Porno gratis

 

El progreso científico y tecnológico, que ha adquirido una velocidad tremenda a fines del siglo XX, ha llevado a la popularización de la tecnología informática, sin la cual es difícil imaginar el mundo moderno. El acceso a internet pone a disposición de los usuarios una gran cantidad de recursos diferentes. Según la teoría de la socialización cibernética humana desarrollada por V.A. Pleshakov, en el proceso de socialización cibernética es una reestructuración de la esfera del ocio, la esfera de la información, la naturaleza del proceso educativo está cambiando. El ciberespacio también afecta el proceso de educación social de una persona en la cual adopta normas sociales, donde se forman orientaciones de valores.

 

La computadora ha expandido significativamente las capacidades humanas, pero al mismo tiempo, la sociedad se enfrenta al problema de la adicción a Internet. C. Young identificó cinco tipos principales de adicción a Internet, uno de los cuales es la adicción al cibersexo. Aunque no debemos pensar que todos aquellos que ven pornografía para adultos en internet están en situación de dependencia. Aunque los estudios realizados en los principales institutos de investigación como Cambridge, la Universidad de Yale y el Instituto Max Planck han encontrado alguna posible correlación entre la visualización de porno en internet y actitudes de dependencia, no es menos cierto que los sujetos que presentaban tales características tenían una tendencia y unas circunstancias que los hacían susceptibles de crear hábitos de dependencia de todos tipo. Dicho de otra forma, el problema no es el acceso al porno gratis, sino las características psicosociales del individuo que accede a ella.

 

La juventud moderna tiene más acceso a la pornografía que cualquier generación en la historia de la humanidad. Si antes un joven tenía que hacer un esfuerzo por conseguir una revista o un VHS o DVD con material pornográfico, el adolescente moderno ni siquiera tiene que levantarse del sofá para obtener lo que quiere, porque hay una gran cantidad de imágenes y vídeos pornográficos gratuitos a su disposición. El problema es, entonces, que en personalidades que aún se están formando y desarrollando, y que a veces pueden confundir la ficción que es la pornografía con la realidad, sumado a la inmediatez con la que se acostumbran a tener lo que desean, se crea un cóctel explosivo.

 

Desde siempre las imágenes sexuales han penetrado en todas las esferas de nuestras vidas: revistas, pancartas publicitarias, programas de televisión, películas y vendedores utilizan contenido sexual para mantener la atención de la audiencia. Los videojuegos populares también presentan a sus héroes y heroínas con una alta carga erótica. Incluso el anime, las series y películas de animación que nos llegan de Japón, aún sin ser Hentai, muestra personajes a menudo erotizados.

 

El problema es que la pornografía se ha adueñado los teléfonos inteligentes juveniles, que tienen la capacidad de descargar imágenes pornográficas, los mejores videos porno  y aplicaciones. Los estudios demuestran que 9 de cada 10 niños y 6 de cada 10 niñas experimentan pornografía antes de los 18 años. El primer impacto de la pornografía en una persona joven ocurre a una edad promedio de 12 años. El 68% de los jóvenes ven pornografía en páginas como al menos una vez a la semana.

Por lo tanto, el joven, que con mayor frecuencia encuentra dificultades para construir relaciones con las personas que lo rodean, huye al mundo virtual. No hay necesidad de hacer esfuerzos para divertirse. Las imágenes que cambian constantemente pueden comenzar a competir con los estándares morales humanos. Con el tiempo, la diversidad que ofrece la industria del porno se apodera tanto del joven que puede perder interés en la vida real.

De este modo queda claro que el uso responsable de la pornografía pasa por ser conscientes de que se trata de material creado para el uso de personas adultas, personas que ya conocen cómo funciona la sexualidad en la vida real y que saben diferenciar lo que ven en una pantalla de un ordenador, tablet o smartphone, de las relaciones con personas de carne y hueso.

 

De este modo, llegamos a la conclusión objetiva de que es necesario desarrollar la alfabetización informacional entre los jóvenes , así como la comprensión de que los medios y la pornografía crean expectativas sexuales anormales en quienes aún han experimentado poco o nada con su sexualidad. Pero sin embargo, el uso de pornografía entre el público a quien se destina, y que no esté predispuesto por otro tipo de condicionantes a las adicciones en general, no tiene porqué suponer ningún problema y es algo que pertenece a la intimidad de cada persona.